Final Fight & las recreativas





A finales de los 80 y principios de los 90 las recreativas hacían furor entre los jóvenes de la época. Acudíamos allí atraídos por las increíbles máquinas con juegos, que lucían impresionantes gráficos, insuperables para cualquier equipo doméstico destinado al ocio electrónico.

Recuero que los padres no solían ver con buenos ojos que jugásemos a estas máquinas, usualmente utilizando una moneda de 25 pesetas, diciéndonos cosas como que terminaríamos siendo ludópatas, al estilo de los que estaban enganchados a las 'tragaperras'. Así que la mayoría de las veces escapábamos a hurtadillas aumentando todavía más el placer de la experiencia al pensar que estábamos haciendo algo prohibido. De todas formas nunca compartí esa visión comparativa de las tragaperras porque los que jugaban a esas máquinas lo hacían con el objetivo de conseguir más dinero, mientras que en los videojuegos el hecho de jugar era una finalidad en sí misma, sabías de antemano que no ibas a conseguir más dinero, era jugar por jugar, y por una moneda la diversión estaba garantizada.

Además de los salones recreativos, las máquinas arcade también solían encontrarse en bares, que eran de más fácil acceso todavía y más si estaban cerca del colegio, siempre podíamos aprovechar a la salida para echar una partidilla. Entre los que estaban alrededor del mío teníamos máquinas de plataformas como "Toki" o "New Zealand Story", pero el auténtico salto de calidad lo dimos cuando en uno de esos bares pusieron el "Final Crash" un clónico del espectacular "Final Fight" de Capcom.



La verdad es que nunca habíamos visto nada parecido, un beat'em up del estilo del Double Dragon pero con unos personajes de grandes sprites y con unas animaciones sobresalientes. El impacto que causó fue considerable y prácticamente no se hablaba de otra cosa. Un día al salir a mediodía por fin pude probar el juego del que todo el mundo hablaba, y junto con un amigo echamos una partida a dobles. El cogió a Cody y yo a Guy, para ser la primera vez que jugábamos fue una partida memorable ya que nos pasamos un montón, desde la batalla inicial contra el primer "jefe" Damnd, hasta el metro, donde la gente que se agolpaba alrededor de la máquina nos comentaron el truco de subirse a los barriles y aguantar hasta que el metro llegase a la estación para acabar intactos, hasta el bonus del coche y la batalla en el ring contra Sodom..., poco después llegó mi abuelo y me arrancó de la máquina diciéndome que donde me había metido que llevaba media hora buscándome para ir a comer... XD



Aún con el paso del tiempo hay que reconocer que Final Fight es una pieza clave en la historia de los videojuegos y un icono fundamental del género beat'ém up. Desde poco después de su lanzamiento ya se realizaron múltiples conversiones, por ejemplo para la SNES (una versión un tanto incompleta), Mega-CD (muy buena conversión), hasta hoy en día con ports en varios recopilatorios de Capcom para PS2 o PSP o incluso en HD para la Play3.



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