Tomb Raider IV: The Last Revelation





Sus localizaciones, exclusivamente ubicadas en Egipto, con visitas a intrincadas y laberínticas pirámides repletas de trampas y secretos hicieron que este se convirtiese en mi Tomb Raider favorito.

Aunque gráficamente no represente un gran salto en la saga, si supone todo un aliciente las novedades a nivel jugable.
Entre estas, algunos ejemplos de lo que se incluye, están los nuevos movimientos, la dificultad más ajustada y la combinación de objetos. Respecto a este último aspecto, podíamos combinar una mira láser a un arma de fuego o a nuestra ballesta para realizar disparos de gran presición y a gran distancia. Esto me gustó especialmente a la hora de acabar con los esqueletos, a los que había que darles un tiro certero en la cabeza. Sin duda aportaba un nuevo elemento de acción a lo que se había visto en la tercera parte y que se limitaba a corretear alrededor de animales mientras les disparábamos con las pistolas.
Los puzzles volvían a estar presentes en ciertas partes del desarrollo planteándonos nuevos y entretenidos desafíos, siempre que no nos atascásemos, eso sí.
También tenía zonas jugables en exteriores donde hacíamos uso de vehículos, otra característica de la saga que aporta algo más de variedad a la aventura.

Un gran videojuego en el que merece la pena llegar hasta el final aunque nos quedemos con la intriga que provoca su desenlace.



Comentarios

  1. Respecto a los gráficos recuerdo que hubo una cosa que me llamó la atención (que a día de hoy suena casi a chorrada).

    Cuando Lara se metía en el agua, por primera vez en la saga Tomb Raider... su cuerpo goteaba!!

    Aaaaaaaaaawwwwwwwwwwwwwwhhhhhh!!

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